Porfirio Díaz, Presidente de México

Porfirio Díaz, ¿Héroe o Dictador?

Porfirio Díaz. 

José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, conocido como Porfirio Díaz, fue un militar mexicano que ejerció el cargo de presidente de México en siete ocasiones. En total ocupó la presidencia de México por 30 años, una extensión sin precedentes. Y cuyo lapso, en la historia de México, es denominado como Porfiriato.

Etapas del Porfiriato

 Porfiriato se le conoce a los 34 años que gobierna Porfirio Díaz en México (1877 - 1911)

Comienza en 1877 y termina en 1888 en el inicio de su tercer periodo presidencial, se trata de una etapa de construcción, pacificación, unificación, conciliación y negociación pero también de represión. Tuvo que enfrentar diversos retos pues faltaba mucho para consolidar el Estado nación la constitución promulgada en 1855 así como en general el proyecto liberal del estado y de sociedad no habían sido cabalmente aplicados así mismo para evitar la concentración del país Porfirio lo dividió en tres El ejecutivo (responsable de ejecutar las leyes), legislativo (que las elabora), y judicial (vigila su aplicación).

Se establecía una separación entre el estado y la iglesia, para garantizar la libertad de cultos se ponía en manos del gobierno actividades como la educación y la beneficencia.

Diversos intelectuales sostuvieron entre otras cosas que la Constitución se refería a una sociedad integrada por individuos mientras que la sociedad mexicana era heterogénea y sus miembros se seguían sintiendo parte de alguno de los cuerpos y actuando por medio de ellos por lo tanto consideraban que su aplicación debía postergarse y algunas poblaciones permanecían aisladas y no se sentían parte la unidad que los rebasaban.

Los retos de Porfirio Díaz eran entonces unificar y cohesionar las fuerzas políticas y regionales, otorgar legitimidad y legalidad del régimen respetando o aparentando respetar la Constitución y lograr el reconocimiento internacional por lo tanto optó una política similar a la que había observado en Juárez y Lerdo.

Incluyo en su gabinete a liberales de trayectoria militar excluidos durante la República restaurada pero también a liberales de trayectoria política o intelectual sin importar su filiación

La institución eclesiástica estaba muy debilitada se le prohibía tener bienes y se habían limitado sus ingresos por lo que dependía económicamente el estado, Días no derrocó las leyes eclesiásticas pero tampoco las aplicó todas admitió que la iglesia recuperara propiedades que se instalarán el clero regular.

En algunas regiones el presidente observó su acuerdo con los pueblos respetó su  autonomía política y frenó la desamortización en otras localidades, no tuvo la fragmentación de las propiedades corporativas y tampoco la colonización.

Porfirio Díaz consiguió  la consolidación con el extranjero y alcanzó la tercera de sus metas, en la que quiera obtener el reconocimiento internacional, logró establecer las relaciones diplomáticas con Francia Inglaterra Alemania y Bélgica. Cuando no podía recurrir a la conciliación o la negociación Porfirio Díaz optó por la fuerza y la represión por ello utilizó al ejercicio y policía rural

Fueron ahogadas en sangre las rebeliones agrarias de Sonora y Yucatán. Porfirio Díaz manipulaba las elecciones de diputados, senadores y magistrados federales pues estas votaciones solían ser una farsa el día de la elección las urnas estaban desiertas y las papeletas no eran llenadas por los votantes a pesar de ello nunca dejaron de practicarse.

Segunda etapa

Comienza en 1888 y termina en 1840 se caracteriza por un acentuado centralismo y por un gobierno cada vez más personalista y autoritario los personajes que destacan en este periodo es Joaquín baranda, José Yves Limantour y Fernando Reyes que desempeñaron un papel muy importante en la pugna y la fractura de la élite porfirista, representaron a diversos grupos y regiones formas de hacer política e ideas de nación.

En esta época se consideraba mucho el método científico pues se creía qué habría de aplicarse el método científico para estudiar a la sociedad por lo tanto se levantó un grupo de positivistas llamados los científicos. 

El grupo de Porfirio Díaz se dividía entre los científicos y los que apoyaban a Bernardo Reyes para gobernador y eran llamados los Reyistas.

Díaz logró mediar entre los grupos pero la ruptura fue inevitable cuando tuvo que elegir a un sucesor esto ocurrió en 1898 se decidió por Limantour y creyó que Reyes y Baranda lo aceptaría sin embargo el ministro de justicia se opuso y tuvo que renunciar al gabinete

Los científicos tenían la habilidad de fomentar la economía, sus relaciones con empresarios banqueros e inversionistas de la capital. Los reyistas se presentaron en el Noroeste con su influencia en la milicia y su capacidad para responder a las expectativas de los empresarios

Durante esta etapa era la primera vez que se elegiría un vicepresidente que sucediera al presidente en caso ausencia y era considerable ya que Díaz para este entonces tenía 73 años.

En esta segunda etapa resulta más obvia la violación del autonomía de los poderes legislativos y judicial, los legisladores y magistrados tanto federales como estatales eran prácticamente nombrados por el presidente y eran reelegidos una y otra vez, se perdieron las independencias de los gobernantes

La centralización se produjo en los estados es decir los mandatarios estatales gobernaron de forma igualmente personalista y autoritaria como el presidente por lo que se dio más las críticas al gobierno y de esta manera se incluyeron el control, la represión de los opositores al régimen según la oposición política, se creó el partido liberal mexicano y la oposición se presentaba también en la prensa y existían periódicos oficialistas como el parcial que concentró el subsidio gubernamental en el que se centra una noticia y dejó de lado los editores de opinión pero también hubo periódicos no oficiales liberales católicos de obreros

La publicación de notas en las que se criticaría  la política de Díaz fue objeto de represión y sus redactores eran encarcelados.

Se presentaron más protestas sociales que iban desde manifestaciones callejeras, ataques a edificios públicos, saqueo,  hasta huelgas obreras y rebeliones agrarias pero todas fueron reprimidas a la fuerza.